miércoles, 18 de julio de 2012

Un ciclo de amor.

La lluvia se mezcla con el olor de chocolate caliente recién hecho y con el olor a sexo que flota en el ambiente. Se ve a lo lejos a una chica desnuda y medio tapada en una cama revuelta en la que no se duda que anoche hubo amor. Ella se medio despierta y observa la escena, ropa tirada por el suelo, la ropa interior esparcida por la habitación y un sujetador que parece que ha encontrado un mejor sitio adornando la lámpara. Eso la debe de recordar algo ya que sonríe y se sonroja. Recoge unas bragas, se las pone y busca una camiseta que al ponérsela se puede reconocer que no es suya ni precisamente de su talla. Parece pertenecer al otro el individuo con el que compartió amor anoche. Llega a la cocina donde ve al chico mencionado y le da un beso mañanero intentado sustraer todos los fluidos de su cuerpo junto a un significado, "Anoche me hiciste la chica más feliz del mundo y ahora sigo disfrutando de esa sensación". Y alargan demasiado ese beso haciendo que retomen la tarea de la noche anterior para así volver a empezar el ciclo de la felicidad que creían acabado anoche.

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